Contra la evolución
Contra: Evolución
Desde que Charles Darwin publicó la teoría de la evolución en 1859, se ha recopilado una gran cantidad de evidencia científica para probarlo. La masa de evidencia de los campos de la paleontología, la genética, la zoología y la biología molecular ayudó a establecer la teoría evolutiva sin lugar a dudas.
Pero aún así, los creacionistas tienen un arsenal formidable de objeciones que usan para tratar de desacreditar la evolución. Sus argumentos generalmente se basan en tergiversaciones o mentiras absolutas.
Intentan etiquetar muchas de estas objeciones como "religión", pero el hecho es que una gran cantidad de desafíos científicos reales y legítimos ahora plantean serios problemas para la teoría evolutiva moderna.
Una de las objeciones más comunes es un concepto conocido como "complejidad irreducible". Este es un término utilizado para describir un sistema complejo que no se puede recombinar para simplificarlo. El ejemplo más común de complejidad irreducible es el flagelo bacteriano, un orgánulo látigo que funciona como un motor externo.
Otra objeción de evolución popular es un concepto llamado "descenso común". Esta es la idea de que todos los seres vivos descendieron de un antepasado común. Es fácil ver por qué esta es una objeción poderosa, pero también es un error.
El problema con este enfoque es que no tiene en cuenta cómo pueden surgir grandes diferencias entre los organismos. Por ejemplo, la pequeña diferencia entre el ADN humano y el chimpancé produce muy grandes diferencias en sus anatomías, inteligencia y otras características.